0

Páginas en blanco en la historia de ‘Prestige’: por qué nadie investigó al magnate ruso Fridman

De Rusia con petróleo: hace 18 años 63.000 toneladas de combustible contaminaron 2.000 kilómetros de costa, desde el norte de Portugal hasta Francia, provocando la mayor catástrofe medioambiental de la historia de España y uno de los mayores desastres ecológicos acaecidos en Europa

 

El periodista e investigador español Alberto Quian ha publicado una investigación que muestra que los nombres del oligarca ruso Mikhail Fridman y sus asociados han salido ilesos hasta el día de hoy debido a un complot corrupto que provocó la mayor catástrofe ambiental del país.

Mikhail Fridman fue el fletador del ‘Prestige’, sin embargo, ningún medio importante intentó investigar su responsabilidad, ni ninguno de sus socios, en esa catástrofe; tampoco la justicia española. ¿Por qué? La respuesta puede estar en la historia de vida de Fridman, un oligarca ruso acusado con demasiada frecuencia de corrupción endémica a nivel del Kremlin; vínculos con actividades delictivas, incluidos asesinatos de periodistas, subastas fraudulentas, sobornos y relaciones con la mafia y grupos paramilitares.

La mayor catástrofe ecológica de Galicia tuvo como resultado un único condenado, el capitán del barco, el griego Apostolos Mangouras, un anciano condenado a nueve meses de prisión por un delito de desobediencia a las autoridades españolas y otros dos años por un delito temerario contra el medio ambiente en su forma agravada de deterioro catastrófico. Pero la sociedad gallega nunca lo culpó; la gente sabía que otros eran los responsables.

Sin embargo, sólo Mangouras, ingeniero jefe del ‘Prestige’ Nikolaos Argyropoulos y José Luis López-Sors, ​​director general de la Marina Mercante, se sentaron en el banquillo de los imputados en ese proceso luego del accidente ocurrido el 13 de noviembre de 2002. Pero los directamente involucrados con el fletamento del buque, así como con la gestión política y técnica negligente y desastrosa de las consecuencias de su hundimiento, han eludido de alguna manera la responsabilidad civil y penal. Mangouras fue un chivo expiatorio para salvar al Gobierno de José María Aznar (PP), pero también para evitar implicar a Mikhail Fridman, y sus poderosos socios, concluye el periodista.

Galicia Confidencial hizo pública la participación de Fridman en el caso ‘Prestige’ un mes antes del juicio que comenzó el 16 de noviembre de 2012, diez años después del accidente. Pero ni los principales medios de comunicación, ni los fiscales ni el gobierno utilizaron el hecho, lo que coloca a Fridman en el centro de una trama compleja.

Ni Fridman ni ninguno de sus socios en Alfa Group y su subsidiaria Crown Resources participaron en la prueba en relación con el derrame de combustible del ‘Prestige’. Sin embargo, en el informe de Stratfor hay varias menciones de esa tragedia y las medidas que habían tomado los responsables de la carga del barco para evitar complicaciones legales:

“Crown Resources, una unidad de carga de Alfa Group con sede en Suiza, era propietaria de la carga ‘Prestige’. El combustible se cargó en San Petersburgo y se dirigió a Singapur, según Crown. Crown dijo que nadie se había posicionado para comprar el petróleo. Crown se disolvió para minimizar las ramificaciones legales. ”

El jefe de Crown Resources fue Alexei Kuzmichev, una de las tres personas que Fridman considera socios y amigos, según los analistas de Stratfor. La catástrofe ecológica llevó al Grupo Alfa a separar Kuzmichev de Crown Resources y a liquidar la empresa para que el caso no golpeara a Kuzmichev ni a sus socios en el consorcio ruso, incluido su jefe Fridman.

Así, a finales de 2002 Kuzmichev volvió a Alfa-Eco, que pasaría a llamarse en 2006 como A1. Crown Resources fue rebautizado en 2003 como ERC Trading (Energía, Recursos y Materias Primas) después de que todas sus acciones fueran vendidas al abogado Jost Villiger, considerado un propietario “hombre de paja” para los rusos.

Otra pieza clave para entender la trama Alfa Group-Crown Resources es el empresario belga de origen judío Marc Rich, que obtuvo la nacionalidad española en 1982. Rich estaba muy vinculado a Fridman y su consorcio, y su nombre figuraba en la lista de los investigados por el desastre del ‘Prestige’ como responsable de la carga.

Marc Rich estuvo prófugo del FBI durante casi veinte años por delitos financieros y tráfico ilegal de petróleo, y fue indultado dos veces en 2001 por el presidente estadounidense Bill Clinton y en 2003 por su sucesor, George W. Bush. En 2001, Rich estaba negociando con Alfa la fusión de su empresa con Crown Resources, ambas con sede en la ciudad suiza de Zug, un conocido paraíso fiscal. Además, el socio de Rich, Steven Rudofsky, fue nombrado director general de Crown Resources en 2002. Sin embargo, en 2003, Marc Rich Group emitió una nota pública sobre el caso ‘Prestige’ en la que se desvinculó de la catástrofe.

Los negocios de Rich y Alfa aún no están del todo claros. El informe Stratfor habla de su participación en un esquema relacionado con el programa humanitario ‘Petróleo por alimentos’ que la ONU lanzó entre 1996 y 2003 para Irak.

Junto con David Chalmers de la empresa Bayoil, Rich “compró petróleo de Alfa a través de TNK y Onako [empresas controladas por Fridman]) que, a su vez, había sido adquirido de Irak”, eludiendo así el embargo dando sobornos al Gobierno de Saddam Hussein. El caso llegó al Comité de Investigación Independiente del programa Petróleo por Alimentos de las Naciones Unidas, pero posteriormente el Tribunal Suizo suspendió la investigación por falta de pruebas.

La Audiencia Nacional de España finalmente vio a Fridman en un proceso judicial en 2019 en relación con su toma de control de la cadena de supermercados DIA a través de su grupo de inversión LetterOne. El Tribunal sospecha que Fridman podría haber causado la caída de la bolsa de valores de la compañía en julio de 2017 en más del 90% para comprarla a un precio insuficientemente bajo.

El otro caso iniciado en la Audiencia Nacional contra Fridman es el relativo a la quiebra de la empresa tecnológica española Zed Worldwide que también adquirió a un precio muy por debajo del mercado en 2016, tras la declaración de quiebra de la empresa. Fridman fue acusado de delitos contra el mercado, gestión desleal, insolvencia y corrupción en las empresas. Según los fiscales, en su doble condición de accionista y acreedor de la empresa de tecnología, Fridman podría haber provocado la caída de la empresa para asfixiarla económicamente y luego adquirirla a un “precio ridículo”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Time limit is exhausted. Please reload CAPTCHA.